martes, 31 de diciembre de 2013

Bienvenido 2014: El año de la abundancia, el despertar y la expansión. 

Cada año a esta hora, me resulta inevitable repasar en mi mente las cosas que he vivido durante los últimos 364 días. Y sin importar donde esté, ni con quien,  siempre hay un instante de reflexión y agradecimiento.

Hasta ahora, he tenido la dicha de pasar esta fecha en familia, con los años el número de personas ha variado...unos se han ido o nos acompañan en espíritu,  otros han llegado y me acompañan físicamente. Incluso hay quienes, gracias a  la tecnología, comparten fotos vía chat y me hacen sentir que en la distancia piensan en mí de la misma forma que yo en ellos y celebramos juntos la fecha.

Esta noche solo puedo dar gracias por este año lleno de oportunidades. Un año en el que llegaron personas maravillosas a mi vida, con miles de mensajes y lecciones para mí. 12 meses intensos en los que a diario pude descubrir un poco más del interesante mundo dentro mí:   descubrí miedos, fortalezas, anhelos, dones, talentos, carencias, creencias... etc. Un año en el que me acepté tal como soy y comencé el proceso de aceptar a otros e incluso de aceptar aquellas situaciones que no está en mis manos cambiar. Año en el que acepté haber estado enamorada alguna vez, en el que conocí  lugares remotos que dejaron en mí la cosquillita de querer seguir explorando este mundo mágico. Un 2013 de verdades dichas a la cara (a la mía frente al espejo y en ocasiones a la de otros), de poner un granito de arena en la evolución de algunas personas,  un año de desintoxicar mi cuerpo y comenzar a desintoxicar mi alma, de fortalecer mi Fe y cuestionar mi religión,  de reir, de atreverme,  de correr, de pintar, de meditar, de bailar y de soñar.

Para todos los que lean estas líneas deseo una hermosa noche de Fin de Año,  y espero que con las campanadas encuentren un motivo para soñar y agradecer, recuerden el rostro de alguien que les mueva el piso, revivan en su mente una experiencia que les haya hecho sentir vivos en estos meses y se permitan dejar atrás cualquier situación que les haya estrechado el corazón.

Para todos un Feliz Año Nuevo...!!! Bienvenido 2014: El año de la abundancia, el despertar y la expansión.

Monik

martes, 24 de diciembre de 2013

Querido Niño Jesús...!!

Querido Niño Jesús,

Este año no puedo decir que siempre me porté bien, pero si realmente me ves, sabrás que lo intenté. Éste ha sido un año lleno de pruebas interesantes que tu papá, "El Pana Dios" puso para mí. Pruebas de resistencia, de fuerza y velocidad: resistencia al cambio, fuerza de mi voluntad, velocidad para reaccionar cuando algo evidentemente no convenía... Resistencia a mi Ego y mi empeño en ponerlo delante de los hechos, fuerza de mi amor a otros y a mi misma, velocidad para ir por lo que quiero y decir adiós a lo que no quiero. Resistencia de mi "querer creer", fuerza de mi Fe y velocidad para entender que puedo pedir en grande todo lo que quiera a esta vida, que es solo una.

Sentada aquí, en el cuarto en el que solía escribirte cartas cada año mientras mamá cocinaba, quiero decirte que estoy agradecida por cada una de esas pruebas, en cuyo transitar me sentí viva y cuyos resultados (ni buenos... ni malos, simplemente resultados) hicieron de mí lo que hoy soy y me permitieron conocer mejor de qué estoy hecha.

Hoy para mí, no te pediré una Barbie o una bicicleta... Pido que sigas trayendo a mi vida y a las de mis seres queridos, bienestar, pasión por vivir, abundancia en el corazón (y en la cuenta bancaria también). Sonrisas, abrazos y palabras que reconforten a quienes me rodean, AMOR en todas sus formas, compasión y tolerancia (con los demás y conmigo misma), ganas, voluntad y acción para perdonar y perdonarme cuando haga falta. Y también, la oportunidad de, al menos por un minuto, mejorar la vida de quienes se cruzan en mi camino.

Como en las cartas de aquel entonces, también te pediré por los demás, pero esta vez no lo haré por los niños pobres que no tendrán alimento, juguetes o casa esta Navidad. Hoy quiero pedir, por los adultos pobres (especialmente los que me rodean o de los que me alejé alguna vez)... Los pobres de espíritu a los que la estrechez de corazón no les permite alimentar el alma con sonrisas, compasión y reconocimiento al otro... Los que se niegan al juego de experimentar nuevas estrategias, a aceptar las ideas y estilos de vida de los demás. Aquellos que a pesar de tener casa, no tendrán esta Navidad la paz de un hogar en su corazón. Por todos los que se niegan a ser felices, Por los que creen que la responsabilidad del cambio en sus vidas es de otros, por los que a pesar de tener vidas hermosas, se empeñan en criticar la de otros. Los que se resisten a madurar (y no reconocen su inmadurez), por los que manipulan, por los que enamoran a otros pero no se comprometen a amar, por los que se sienten estancados en el pasado, por los que evitan vivir el presente pensando en un futuro que quizás no llegará, por los que no tienen pantalones para asumir sus verdades sin complejos. Por aquellos que ocultan lo que sienten y lo que son, por temor a lo que dirán.  Para todos ellos te pido: alegría, abundancia, bienestar, compasión y bolas para dejar de ser "los niños pobres" esta Navidad..!!

Y como decía hace unos años cuando pedía una Barbie y una bicicleta...

Feliz Navidad, con cariño

Monik

jueves, 31 de octubre de 2013

Esta vida loca...

Yo y mi montaña rusa de emociones diversas.... alegrías que vienen y van... tristezas que pasan, rabias que duelen, melancolías que siempre parecen presente... y mi sonrisa... esa sonrisa que me abre puertas y me conecta rápidamente con desconocidos.

Esta vida loca y divina, llena de colores vivos y sombríos.... repleta de días de azúcar y de sal, de fríos y calores..... de sol y de lluvia. Solo queda vivirla con la firme decisión de buscar lo que deseo (arriesgándome a ganar o perder), vivirla con gratitud por todo lo que tengo, vivirla con la humildad de quien acepta lo que no puede cambiar..y con Fe, esa Fe ciega y poderosa,  que mantiene mi corazón latiendo, aunque se haya roto mil veces.

Y al final de mi paso por esta vida .llena de locos y locuras (si es verdad lo que algunos cuentan), quizás me quede tiempo para ver en una rápida película los momentos más importantes de mi viaje.  Y quizás pueda saber si, al menos por un segundo, hice mejor la vida de alguien.  Y tal vez (si realmente existe algo después de vivir).. tenga el regalo de encontrarme con aquellos que añoro hoy y los que comenzaré a añorar mañana, esos que terminaron antes que yo, su viaje por esta vida, esta vida tan loca.

martes, 1 de octubre de 2013

Nosotros y nuestras corazas....

Coraza, parte de una armadura rígida que se ubica en el torso. Generalmente hecha de materiales como  hierro, bronce, cuero endurecido o madera. Mi definición dice: Coraza, barrera que nos cubre el corazón y que está hecha materiales como: desengaños, miedos,  ego, timidez, maltratos, traiciones, malas experiencias  y creencias negativas. Ese tipo de coraza, está hecha en capas… se construye en capas y se elimina así, por capas. Capas que nos alejan de lo que creo debe ser experiencia más hermosa que como humanos podemos vivir… AMAR. Amar sin juicios, sin miedos, ni reproches, amar lo que hacemos, amar a otros: a nuestro ÉL o ELLA (así en mayúsculas), a nuestros amigos, nuestra familia… así, como son, sin querer cambiar nada. Y lo mejor, entregarnos a ser amados sabiendo que no necesitamos parecernos a nadie, ni cambiar nada para ser merecedores de ese amor.

A diario percibo un mundo envuelto en corazas, las de aquel hombre que no saluda en las mañanas, las de la chica que no se atreve a bailar en la fiesta, las de la señora que le huye a las fotos, las de ese chamo que siempre está de mal humor, incluso las de ese que siempre “sonríe”. Corazas, las mías, las de los seres que más quiero e incluso las de aquellos, que aportaron material para construir una nueva capa de mi propia coraza alguna vez. Algunas personas van por la vida de manera ligera, sin grandes armaduras… ligeros, confiando en otros, amando. Y esa ligereza se hace notoria en sus sonrisas luminosas, en su forma de mostrarse “sin vergüenza” delante de todos y en la manera en que viven sin criticar al otro.

Pero hay otros con corazas empotradas tan profundamente, que en ocasiones no se ven y toma años deshacerse de ellas. Y vamos por el mundo acorazados, pero sin admitirlo… comiendo, fumando, bebiendo, jugando, ejercitándonos y comprando en exceso para calmar la ansiedad, cultivando un “montón de amigos” que realmente no lo son, viviendo noviazgos y hasta matrimonios con personas buenas pero que no nos llenan (porque no son ÉL o ELLA), solo para sentir que amamos, que “estamos bien”, pero sabiendo que esos fantasmas que crearon nuestras corazas siguen allí… no intactos, pero tan vivos como siempre. Impidiéndonos elegir adecuadamente y disfrutar plenamente.

Y una noche descubrimos nuestras corazas reflejadas en las de otros… y vemos nuestro miedo a “mostrar emociones” en el miedo de otros. Pero salimos corriendo, porque es más fácil huir que asumir el riesgo de expresar lo que sentimos, por miedo al rechazo. Es más fácil hacer lo que se espera, que salir de nuestra zona de confort para hacer lo que queremos, es más fácil hacernos compañeros que amigos del alma,  es mejor decir “te quiero” que dar un paso más y demostrar  “te quiero a ti para….” porque para eso hay un componente que no siempre estamos dispuestos a dar (porque la coraza nos pesa)…. AMOR.

Pero hoy tengo la certeza de que así como se quita cada capa del caparazón de una nuez hasta llegar a lo realmente interesante… es posible extraer cada una de esas capas de la coraza, hasta llegar al corazón, ese que aunque sienta miedo no se esconde, ese que simplemente es lo que es, que sabe que para ganar hay que jugar y que para amar… hay arriesgarse a ser amados. Y aunque lograrlo es algo que quizás no podamos hacer solos,  lo que podemos hacer es permitir que nos suceda.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Aligerando mi equipaje!!!

"Acumuladores", es el nombre de uno de los programas que más me impactan en Discovery Home & Health, impacto que se hizo mayor hace unos días cuando me di cuenta que, sus protagonistas pudieran ser personas, no muy distintas a mí. Personas que en su afán por llenar espacios, acumulan cosas que no necesitan y personas que llenan con cosas que no necesitan, espacios que no saben que tienen.

Esta semana me mudé por segunda vez en mis 30 años... Es poco comparado con las veces que muchos de mis amigos se han mudado. A pensar de la llamada maldición maracucha que dice "Ojalá te mudéis", confieso que para mí fue una experiencia agradable, en términos de descubrimientos y de la oportunidad de iniciar un segundo nivel del Detox que hace un mes comencé, con mi alimentación.

Entre mis pertenencias descubrí muchas cosas que no sabía que tenía, otras que no entendía cómo llegaron a mí, ni por qué las tenía conmigo y otras que definitivamente supe que ya no necesitaba. Y entendí que quiero vivir mi vida ligera de equipaje (para hacer aún más agradable y sencillo cada movimiento en ella), y que para lograrlo necesito hacer mucho más que solo deshacerme de algunos artículos. Porque el verdadero peso, parece estar en otras cosas. Fue entonces cuando me pregunté: Si no son solo cosas materiales, ¿qué otras cosas acumulamos los seres humanos que vale la pena soltar?. 

Acumulamos miedos, rencores, pensamientos negativos, malos hábitos, acumulamos críticas (a otros y a nosotros mismos), juicios y prejuicios (con otros y con nosotros mismos), frustraciones...  acumulamos drama, relaciones que restan más de lo que aportan, fantasmas del pasado, issues no resueltos, acumulamos "cosas por decir", ....problemas de otros, sueños por alcanzar, planes no puestos en marcha, proyectos inconclusos, y acumulamos los tóxicos y limitantes:  "debería", "tengo", "no puedo".

Siempre he creído que para que algo nuevo llegue a mi vida, algo tiene que salir. Soltar algunas cosas me permitió mudarme a este apartamento. Ahora decido sacar de "mi closet" esas otras cosas no muy positivas que he acumulado hasta ahora (esas que no siempre me resulta sencillo ver y dejar) para guardar en él: compasión, aceptación, relaciones más positivas, ciclos concluidos, sueños alcanzados y los maravillosos: "quiero", "me gusta", "yo puedo". 

Iniciando este camino ahora me pregunto: con estos cambios....¿a dónde me estaré mudando esta vez?.

Monik



martes, 6 de agosto de 2013

Siento

Siento ganas de escribir esta noche sobre lo que siento. Esa extraña sensación de “nada”, que a ratos me dan ganas de llorar, pero al mismo tiempo, me impide hacerlo. Y siento que ya han sido suficientes días con “nada” acompañándome.

Siento unas ganas enormes de soñar con mi mami, abrazarla y contarle las cosas que me pasan estos días, pedirle un consejo, compartir un café con leche y una  torta de zanahoria (esa que tan rica le quedaba), pedirle que me peine (aunque sé que halará mi cabello), contarle algo gracioso solo para escucharla reír. Siento más ganas aún de que al despertar, algunas cosas no hubieran sucedido todavía.

Al cerrar los ojos, hoy siento que puedo escuchar a mi hermano contándome sus cuentos sobre sus últimas fotos o algún video de una banda (seguramente una de esas que poco escucho), mientras comemos arepas frente al televisor de la sala y hacemos lo posible porque Spike deje de ladrar y no se monte en el sofá o nos robe la cena. Siento nostalgia de algunos momentos de oficina, cuando de 8 a 5 no solo se trabajaba, sino que se jugaba, en esa escuela gigante de 3 letras donde no solo me rodeaban buenos compañeros, sino personas a las que respeto y admiro, y algunas de las mejores amigas que tengo.

Siento (y no solo hoy) un enorme aburrimiento cuando algunos me hablan de lo que se esperaba y no llegó, aunque debo admitir, que en estos días me siento identificada con ellos. Siento que quedo sorda cuando comienzo a escuchar discusiones sobre política, religión, videojuegos y  programación. Siento que me marchito poco a poco cuando alguien comienza a quejarse de su vida frente a mí. Y siento que muero intoxicada cuando se dedican a criticarle la vida al vecino sin saber que desde mi punto de vista, probablemente, su vida está mucho peor.

Siento emoción cuando escucho esa canción retro que tanto me gustaba… con letras bien pensadas y a veces acompañadas de una música bastante terrible. Siento ganas de saltar con esa otra canción sin mucha letra pero bastante ritmo, que últimamente me hace bailar y cantar cuando voy detrás del volante.

Siento ternura cuando un niño recuerda mi nombre y quiere jugar conmigo. Siento ahora ganas de ir corriendo a hacer “bochinche” con Spike y Bui.

Siento miedo a la soledad, esa que se experimenta incluso estando rodeada de un millón de personas. Al mismo tiempo, siento tranquilidad por haber entendido que nunca estoy sola. Siento mariposas en el estómago cada vez que imagino que me sonríes tú, tú… quien quiera que seas,  tú que pareces aún no haber llegado a mi vida.

Siento ansiedad cuando veo pasar el calendario y a su lado el conjunto de cosas (muchas de ellas inconclusas) que componen aquel checklist hecho en mi mente hace muchos años (cuando el año 2000 se veía lejos) que decía: “Cuando tenga 30 yo…”

Me siento feliz por las personas que cada día entran a mi vida. Siento agradecimiento por aquellos que salen de ella, pues siempre me dejan una enseñanza y me permiten apreciar más a quienes se quedan. Me siento bendecida por todo vivido en estos 30 años, lo bueno (porque me ha dado motivos para sonreír) y aquello que no lo fue tanto (porque ha hecho de mí la mujer que soy hoy). Siento curiosidad por saber el futuro que me espera, pero al mismo tiempo siento calma al saber que no sé nada y por tanto no tengo de qué preocuparme.


Siento ganas de soñar mil cosas esta noche… 

Monik

domingo, 16 de junio de 2013

La magia de preguntar, preguntarse.... cuestionar y ser cuestionados!!

Aproximadamente 5 en una corta conversación, 3 para descubrir si me interesa o no seguir hablando con un extraño, 20 en mi cabeza por cada hora (en un día de mucha reflexión) y un número X mucho más alto cuando alguien me interesa.... es el promedio de preguntas que pasan por mi cabeza y/o salen de mi boca cada día. Definitivamente, me reconozco a mí misma como una versión femenina y "adulta" de "Pepito Preguntón" y tal vez, mi profesión ideal sería "conductora de un programa de entrevistas". Y es que preguntar (y cuestionar sin juzgar) es una de las herramientas más utilizo para conocer a las personas, para aprender, para encontrar alternativas y sobretodo, para conocerme y aprender sobre mí.

Preguntar me lleva a la reflexión inmediata y cuando utilizo las preguntas apropiadas, generalmente me doy cuenta que una respuesta representa solo la punta del iceberg, bien sea porque encuentro un millón de cosas interesantes que conocer en esa persona con la que hablo, o porque descubro facetas, miedos,  representaciones del ego, pasiones, incoherencias y hasta tornillos sueltos en mi cabeza.

El Coaching (una de los temas que he estudiado solo por placer y que más me apasiona), definido por muchos como "El arte de hacer preguntas poderosas", no busca otra cosa que lograr que una persona (el Coach) pueda guiar a otra (el Coachee) de un punto A a un punto B, potenciando sus habilidades. Esto lo hace a través de preguntas, en las cuales no existen respuestas correctas o incorrectas, solo respuestas sinceras, que vienen del corazón y la realidad del Coachee (en un clima de rapport, sin tabúes ni falsas poses) y que terminan dando por sí mismas la guía necesaria para alcanzar la meta propuesta. Preguntas tan poderosas que abren otras ramas de ese camino "A--B" y dejan al descubierto muchos otros puntos interesantes por los que tal vez nunca se pensó pasar. Es como deshojar capa a capa una flor o pelar una fruta hasta encontrar el corazón. Lo más rico de esta experiencia (para los que hemos sido Coach y Coachee alguna vez) es darnos cuenta que cuando ese cuestionarse ocurre de manera adecuada, el camino solo es de crecimiento, de mejoría, de evolución. Un camino que rara vez tiene retorno.

Lo que aterra de preguntar y responder, es la posibilidad de cuestionar o que sea cuestionada nuestra respuesta, el inmediato choque de alternativas, la bipolaridad que a veces acompaña a nuestros argumentos, el sentirnos expuestos y observados, o simplemente darnos cuenta que nos conocemos menos de lo que pensamos. Pero cuando se logra ver esta otra maravillosa cara de la moneda, es casi imposible desprenderse de la necesidad de preguntar y comenzamos a encontrarle el gusto a ser "cuestionados".

Tal como dijo el genial Charles Chaplin, "No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas."

Feliz inicio de semana para todos... ¿alguna pregunta? ;)

Monik






domingo, 12 de mayo de 2013

Los hijos, el reflejo de los padres - En agradecimiento a Nhora y Luis.

Un padre ayuda a su pequeña hija a ir al baño en un restaurant  en “Gorky Park” (Moscú), al salir, la niña pide lavarse las manos y el padre dice "Don't worry it's not necessary". Al ver esto, un día de las madres y a 5 minutos de haber conversado de lo mucho que la familia nos marca la vida...miles de preguntas y uno que otro juicio de valor vinieron a mi mente: Pobre niña, con padres así ¿Cómo será cuando crezca?, ¿Cuánto puede la familia marcar nuestra vida?, ¿Qué cosas de mi personalidad son un espejo de mis padres?

Crecí en una familia promedio de mi época: mamá, papá y dos hijos. Mis padres, inmigrantes, trabajadores, honestos, ambos con nivel educativo básico, pero mejor educados que muchas personas que he conocido y que llevan prefijos o sufijos “honorables” junto a su nombre: El Dr. Blabla, la Ing. Juanita, Fulanito, PHD...Pepito, PMP….y por supuesto, Andresito el CEO de la empresa X, etc. Mis padres, demostraban interés y respeto por eso de "ser gente", lo cual siempre dejaron claro, que nada tiene que ver con la cantidad de diplomas que tenga en la pared, o los ceros a la derecha en mi cuenta bancaria. Recuerdo de ambos frases como "Nena, lávate las manos", "Se dice gracias", "Se piden las cosas diciendo Por Favor", “Saluda a la señora”, "Dale el puesto al señor mayor...", "No tires eso en la calle", “Siéntate bien, etc. En aquel momento, esas frases eran como los pellizcos de una depiladora: repetitivos y casi insoportables. Hoy, doy gracias por haber tenido padres así. 

De mi papá, heredamos varias cosas: Luis, además del físico, heredó la puntualidad, la forma de caminar, y de reír, el don de la escucha atenta, el gusto por las reuniones sociales y los tragos con los amigos, el tono arisco y a veces "burlón" de su personalidad. En mi caso, me traje la facilidad para hacer amigos en donde vaya y conservarlos por años. Y ambos nos quedamos, con su gusto por caminar, sus bonitas cejas y casi envidiable metabolismo.

Hoy, día de las madres, recuerdo lo mucho que de ella también heredamos. Luis se trajo consigo, entre otras cosas, su afición por los carros, los lentes, las gorras y los sombreros. La capacidad admirable de hacer dinero a través de un oficio y el gusto (casi necesario) de disfrutar de un buen café cada mañana y de un cigarrillo cada noche en el balcón. En mi caso (además del parecido físico), heredé el gusto por el arte, las manualidades y las carteras, la búsqueda constante de ser puntual (y frustrarme en el intento), el valor de arriesgarme para conseguir lo que quiero y averiguar lo que no sé, el deseo de emigrar y la casi necesidad constante de decir lo que pienso (aunque a veces sean verdades punzantes para los demás). Ambos: heredamos el gusto por las fotos y el baile, el casi gozoso acto de discutir cuando sabemos que tenemos la razón, el valor que damos a la familia, la necesidad de tener nuestro propio espacio y mostrarnos autosuficientes, nuestro poco agrado por cocinar (y mucho por comer), el don de la palabra y la facilidad para vender casi cualquier cosa o idea si así se necesita.

Hacer este recuento me hace sentir agradecida y feliz porque tuve padres que me enseñaron lo que significa “ser gente”,  a distinguir entre religiosidad y Fe, que me mostraron (cada uno con un ejemplo distinto) que somos reflejo de nuestra familia (por lo que imitamos y lo que decidimos desechar), que a lo largo de la vida recogemos lo que sembramos y que la suerte, no es el timón de eso que llaman destino. GRACIAS!!

Especialmente GRACIAS a ti mamá, que aunque estás en el cielo, no dejas de existir y cada día con más frecuencia te encuentro cuando me veo en el espejo. Gracias por seguir siendo mi ángel protector, por no soltar mi mano, por ser una madre extraordinaria, y ser (como decía mi hermano a los 5 años) “La mejor mamá que he tenido”, por poner las bases de lo que hoy soy y por seguir estando allí en el sol, las estrellas y en el aire que respiro.. Esté cerca o lejos de casa.

Monik





miércoles, 24 de abril de 2013

¿Quién soy, depende de los ojos que me miren?


Siempre he tenido la impresión de que vivimos en la eterna y confusa triada de: quien creo que soy, quien quiero ser, quien realmente soy. Esta idea en sí misma, no me parece un problema. La complicación comienza cuando las distancias entre cada una de esas definiciones de nosotros mismos se agranda y nos causa confusión o nos lleva por la vida en la eterna y frustrante lucha por alcanzar, superar, cambiar (cuerpo, imagen, hábitos, etc...)

Sobre quien quiero ser, confieso que he trabajado desde niña, pues tuve una madre que se encargó siempre de sembrar en mí la idea de mejorar y sobretodo, de soñar, SOÑAR EN GRANDE...!!! Hoy en día, y a pesar de que ese hábito me ha llevado por buenos caminos, he aprendido que tampoco necesito obsesionarme con el tema pues en algunos aspectos de la vida, no siempre es conveniente buscar la mejora continua, a veces, basta con solo vivir, dejando que las cosas fluyan.

Sobre "quien creo ser" y "quien realmente soy", me surgen algunas preguntas: ¿Realmente somos lo que creemos ser? La imagen que tenemos de nosotros mismos, muchas veces difiere de la que otros tienen. Y esto, es algo que solemos asociar a quienes sufren de algún tipo de "Trastorno dismórfico corporal", pero definitivamente va más allá. He podido notar en mis amigos, conocidos, familiares y en mí misma, que rara vez nos sobrevaloramos, muy por el contrario, comunmente, la descripción que tenemos de nosotros es bastante limitada, comparada con lo que otros pueden ver y decir sobre nosotros. Entonces, surge de nuevo la duda, ¿Pudiéramos influir en la forma en que otros nos ven?, ¿qué tanto podemos cambiar (solo con ajustar nuestra imagen propia) la manera en que nos percibe al mundo?.

Pensé que era algo en lo que solo yo creía, una más de esas ideas que llegan a mi cabeza durante el día y que luego decido explorar. Pero anoche, se cruzó en mis noticias del Facebook un video hermoso, maravilloso, inspirador y que sin duda me movió, haciéndome pensar de nuevo en esto. En el video se comparte el resultado de un estudio, que reveló que solo un 4% aprox. de las mujeres en el mundo creen que son bonitas y esto, pocas veces coincide con la forma en que el mundo las percibe. 

Comparto el video con ustedes, espero lo disfruten y les lleve a responderse... "¿realmente eres lo que crees ser? y finalmente, espero les ayude a entender que "eres más bonit@ de lo que piensas que eres..."


Monik


lunes, 25 de marzo de 2013

Socializando con extraños


El sábado, en la espera para entrar a mi práctica de Yoga, habíamos 5 personas: 1 con un libro y 4 de ellas con la cabeza enterrada en el celular. Y vinieron a mi mente algunas preguntas: ¿Está prohibido hablar entre desconocidos?, ¿Acaso ya eso de "conocer gente en una cola" no es cosa de estos tiempos?, ¿de qué nos escondemos?, ¿por qué la necesidad mostrar siempre nuestra "aparente ocupación"?.

Mi hermano a veces dice que parezco "una doñita", haciendo "panas" en las colas, en las salas de espera. Pero el sábado, me sorprendí al ver que yo también estaba oculta, detrás de mi libro, en aparente ocupación. 

La necesidad de socializar es una característica hermosa del ser humano. Expresar ideas, opiniones, pensamientos y sentimientos, es algo que creo no vale la pena limitar a nuestros seres cercanos. A veces, resulta muy interesante saber lo que piensa el que está a nuestro lado. Probablemente, el otro si está allí igual que nosotros, comparte algunos de nuestros gustos, creencias y puntos de vista (sé que el sábado, compartíamos, al menos el gusto por el Yoga). Además me resulta divertido tomar esas oportunidades para poner en práctica habilidades como la observación y la escucha atenta, las cuales cuando estamos con nuestros cercanos, en ocasiones hacemos de forma automática.

Con la intención de que esta semana, estén dadas las condiciones para aprovechar cada momento para abrirnos a lo nuevo, compartir con "desconocidos" y practicar la percepción, sin escondernos en la aparente ocupación, comparto con ustedes una frase que me gustó:

"Quedarse con lo conocido por miedo a lo desconocido, equivale a mantenerse vivo pero no vivir" (Anónimo)

Que tengan un feliz lunes y una semana productiva!!

Un abrazo!

Monik

lunes, 11 de marzo de 2013

A votar el 14A Venezuela

Sin duda será una de las contiendas más complicada que hemos tenido (un vivo, contra el fuerte recuerdo de un muerto, un muerto con muchos fans sin duda alguna). Elecciones cuyo resultados pudieran parecer evidentes a los ojos de muchos (confieso que en ocasiones incluso ante los míos)...pero pienso dar la lucha, con actitud positiva y haciendo uso de mi única arma contundente en este caso...El VOTO. 

Porque Twitter y Facebook no da votos, porque los insultos, las protestas y los cacerolazos tampoco...porque la madurez se muestra con mucho más que el apellido y porque Maduro no es Chavez.... YO VOY A VOTAR! #14A

jueves, 31 de enero de 2013

De las "horribles" verdades y las "bienintencionadas" mentiras.

"La cruda verdad", "The ugly truth", "Verdad absoluta o verdad procesal". Nombres que justifican la necesidad de disfrazar la verdad, escondiéndose tras afirmaciones como "Una mentira que te haga feliz, vale más que una verdad que te amargue la vida...". Yo no sé en qué momento, decir o escuchar la verdad comenzó a ser perjudicial.

De niños, decir la verdad es lo único que sabemos hacer, de allí la frase "los niños no mienten...". Ellos van por la vida sin tabúes, ni complejos, sin vergüenza, siendo niños, viviendo, pero sin necesidad de agradar ni temor a ser juzgados.

En la adolescencia, decir la verdad se vuelve complicado, porque nos hemos dado cuenta que existe un mundo y que nos importa demasiado lo que allí piensan de nosotros. Y nos importa tanto, que comúnmente (unos más que otros), pasamos esa etapa intentando ser aceptados y aceptarnos. Por ende, aprendemos a disfrazar la verdad. La disfrazamos para ocultar travesuras, complejos, miedos, debilidades, anhelos, amores y hasta algunos gustos.

Cuando somos adultos, la verdad es enemigo público. Ya no se miente por beneficio propio, sino que (con un drama muy a lo Lupita Ferrer) se dicen verdades a medias, "por el bien del otro": Y decimos a nuestra pareja que se ve muy bien y aún nos gusta (mientras que vemos para los lados), en vez de sugerirle o acompañarle a un gimnasio. Y mentimos a un amigo diciendo "Si, haré lo posible por ir", en lugar de simplemente decir "No me provoca, gracias por la invitación". Nos inventamos un tema doméstico cada mañana al llegar tarde, en lugar de quedarnos callados (si nadie pide explicación) o simplemente admitir que nos quedamos dormidos. Se fingen las sonrisas, los orgasmos, el amor, el interés, la religiosidad, la fidelidad e incluso la compasión. Y ni hablar de mentiras “inocentes” que tal vez comenzaron con un "salí anoche con unos panas/unas amigas" y terminaron siendo un triángulo amoroso. 


A mis casi 30, debo reconocer que mentir no se me da bien, y no por no saber hacerlo, simplemente no comulgo con la idea (muy mártir) de cambiar "verdades incómodas" por "mentiras reconfortantes". Incómodas para otros y reconfortantes también para otros. Mientras les dosifico la verdad, intento convencerme yo, de que ese mapa que les estoy vendiendo es el territorio que ambos habitamos. Hace ya varios años pasé tiempo intentando ahorrarle "malos ratos" a quienes me rodean, pero ahora, admito que me siendo muy cómoda viviendo para ser feliz y no para “ser buena".  

Si en la vida no hay éxitos ni fracasos, solo resultados (según la PNL); entonces la verdad que decimos no tendría que pesarnos. Y si duele al que la escucha o tanto nos incomoda a nosotros mismos, quizás es momento de evaluar lo que hacemos, en lugar de maquillar lo que decimos. 

En fin, esto es solo mi punto de vista y confieso que aún estoy en el proceso de entender, que es tan válido como el de aquellos que van por la vida vendiendo "lavadoras que no lavan", disfrazadas en buen comercial.

Monik

lunes, 28 de enero de 2013

Limpieza emocional


Falsas creencias, complejos, valores fundamentales colocados en terceros, expectativas, prejuicios y generalizaciones. Todos los anteriores forman parte de lo que llamo basura emocional, la cual invade mi mente frecuentemente, tal como sucede en cualquier espacio, que se llena de polvo y necesita ser limpiado frecuentemente.

La basura emocional, me distrae, me distorsiona la realidad, la valoración del mundo y peor aún, la valoración que tengo de mí misma. Es para mí la basura emocional la responsable de que de a ratos el "Yo soy", se aleje tanto del "Yo creo que soy". La basura emocional, en ocasiones  alimenta y calma el ego, y altera y vacía el alma. Me enceguece y me confunde.

Y voy por la calle oyendo y/o diciendo frases como: "yo no puedo...", "él/ella debería...", "hombre no es gente", "...y ni las gracias me dio", "lo más importante para mí es mi familia...", "lo normal hubiera sido que...", "la religión dice...",  "la gente no cambia...", "eso es mucho para mí.", "loro viejo no aprende a hablar"...entre miles más. Y cuando me detengo a escucharlas realmente, entendiendo el arte de escuchar como oír e interpretar, puedo notar que son palabras que salen por la boca de un gran basurero..un basurero  emocional que lastima a otros, me limita y hace sonar frustrada.

Fue escuchando como entendí, que la palabra no solo tiene el poder de decretar, ese poder del que en tantos libros se ha hablado. Yo por mi parte he comprendido, que lo que sale por mi boca sirve de medidor para evaluar cómo estoy por dentro.  Cuanto más negativas, agresivas, punzantes, mediocres y frívolas han sido mis palabras.....más podrida, rígida, seca y gris me he sentido por dentro. Y por el contrario, en los momentos de mayor plenitud, mis palabras están llenas de ánimo, divierten y sirven de inspiración para quienes me escuchan.

Afortunadamente, como todo espacio, la mente puede limpiarse. Con un chequeo frecuente de mis valores y/o creencias, la práctica de técnicas como el N.E.B.A, o simplemente con una escucha atenta a lo que digo, puedo deshacerme rápidamente de todo aquello que, como fiscal de tránsito en hora pico (y aquí va otra generalización)...solo me entorpece el libre tránsito por la vida, que solo es una y merece ser vivida plenamente.

De cuanta basura mental nos llenamos a veces... Afortunadamente, existen las aspiradoras.


Monik

jueves, 24 de enero de 2013

Y son dos: "La que piensa" y "La que siente"


¿Pensar o sentir?, aparentemente este es el dilema que dejó el 2012. Y es que de un tiempo para acá tal parece que ellas ("La que piensa" y "La que siente") están divorciadas. Pensándolo bien, creo que nunca se casaron y esto quizás sea la causa de muchas cosas que aparentemente no tenían explicación, de vivencias que hoy sé que no ocurrieron al azar y de las que muy probablemente no he aprendido toda la lección.

No sé cuándo "La que siente" decidió callar, quizás es una muda, que ahora tiene unos deseos locos de expresarse, de salir, de darse a conocer, y ¿por qué no?, de algún día ser amiga de "La que piensa", a quien admira por ser capaz de decir y contradecir, de mostrarse firme y segura.

"La que piensa", siempre fue fuerte, siempre bien recibida, políticamente aceptada, admirada (por como piensa) y popular porque su manera de pensar la distinguía del resto. "La que piensa", siempre estuvo rodeada de gente, porque daba buenos consejos, regañaba cuando era necesario y siempre asumia una posición bastante objetiva de las cosas.

"La que siente" nunca quiso salir y no supo por qué, solo sabe que desde niña se le dijo que estaba mal expresar algunas cosas, en ciertos lugares, situaciones o con algunas personas. Y en los momentos que olvidó esa advertencia, alguien se encargaba de reprenderla (pa' que aprendiera). "La que siente", también ha tenido grandes amigos que la quieren y sienten, lo mismo que ella siente. 

Adultas, "La que piensa" y "La que siente" se encontraron en algunas situaciones y descubrieron que no eran amigas, pues una anulaba por completo a la otra. En el trabajo, por ejemplo, "la que piensa" tomaba ventaja y se ocupaba de dejar en un sótano a "la que siente" porque mientras menos se sintiera, más rápido se avanzaba, más lejos se llegaba.  En temas del corazón, "la que siente", creía tomar la delantera y dominar la situación, pero... con el paso del tiempo y de algunas decepciones, nuevamente se hacía necesario enviar  los sentimientos al sótano, y dejar que  "La que piensa", hiciera lo que mejor sabe hacer.... pensar, reprocharse y pensar (anulando de nuevo a "La que siente").


Pero hoy decidieron ser amigas y buscar la manera de caminar juntas por este mundo loco y lleno de "bipolaridad no asumida", porque descubrieron que una necesita de la otra. "La que piensa" necesita jugar, permitirse, atreverse, colorearse, descuadricularse un poco. Y para enseñarle cómo hacerlo,  nadie mejor que "La que siente", a quien admira por ser risueña, descaradamente sincera, jovial y divertida. Ella, por otro lado, necesita poner filtro en ciertas ocasiones, sin que esto signifique callarse o esconderse, necesita evaluar mejor a las personas y sus realidades, salir, mostrarse sin vergüenza y sin temor de lo que piensen.... "los que piensan".

Monik