lunes, 28 de enero de 2013

Limpieza emocional


Falsas creencias, complejos, valores fundamentales colocados en terceros, expectativas, prejuicios y generalizaciones. Todos los anteriores forman parte de lo que llamo basura emocional, la cual invade mi mente frecuentemente, tal como sucede en cualquier espacio, que se llena de polvo y necesita ser limpiado frecuentemente.

La basura emocional, me distrae, me distorsiona la realidad, la valoración del mundo y peor aún, la valoración que tengo de mí misma. Es para mí la basura emocional la responsable de que de a ratos el "Yo soy", se aleje tanto del "Yo creo que soy". La basura emocional, en ocasiones  alimenta y calma el ego, y altera y vacía el alma. Me enceguece y me confunde.

Y voy por la calle oyendo y/o diciendo frases como: "yo no puedo...", "él/ella debería...", "hombre no es gente", "...y ni las gracias me dio", "lo más importante para mí es mi familia...", "lo normal hubiera sido que...", "la religión dice...",  "la gente no cambia...", "eso es mucho para mí.", "loro viejo no aprende a hablar"...entre miles más. Y cuando me detengo a escucharlas realmente, entendiendo el arte de escuchar como oír e interpretar, puedo notar que son palabras que salen por la boca de un gran basurero..un basurero  emocional que lastima a otros, me limita y hace sonar frustrada.

Fue escuchando como entendí, que la palabra no solo tiene el poder de decretar, ese poder del que en tantos libros se ha hablado. Yo por mi parte he comprendido, que lo que sale por mi boca sirve de medidor para evaluar cómo estoy por dentro.  Cuanto más negativas, agresivas, punzantes, mediocres y frívolas han sido mis palabras.....más podrida, rígida, seca y gris me he sentido por dentro. Y por el contrario, en los momentos de mayor plenitud, mis palabras están llenas de ánimo, divierten y sirven de inspiración para quienes me escuchan.

Afortunadamente, como todo espacio, la mente puede limpiarse. Con un chequeo frecuente de mis valores y/o creencias, la práctica de técnicas como el N.E.B.A, o simplemente con una escucha atenta a lo que digo, puedo deshacerme rápidamente de todo aquello que, como fiscal de tránsito en hora pico (y aquí va otra generalización)...solo me entorpece el libre tránsito por la vida, que solo es una y merece ser vivida plenamente.

De cuanta basura mental nos llenamos a veces... Afortunadamente, existen las aspiradoras.


Monik

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Algo que quieras comentar sobre esta entrada?. Sería genial para mí saber la opinión de quien se tomó minutos para leerla.