miércoles, 22 de enero de 2014

Sobre eso que llamamos Fe

FE, dos letras que guardan un gran significado y están envueltas en muchos conceptos: actos de Fe, cosa de Fe, la Fe que mueve montañas, hombres de buena Fe. 

De niña, debía asistir a dos horas semanales de una materia llamada "Educación para la Fe". Y debo decir, que a pesar de cobrar una matrícula bastante elevada... de Fe me enseñaron muy poco en ese lugar. Pasaban la lista cada lunes y generalmente mi respuesta era "No Sor X" a la incómoda pregunta "¿Cantillo, fuiste a misa el domingo?". La cara de "Sor X" era de tal desagrado, que muchas veces logró hacerme sentir como un "bicho raro", indigno de estar en tan solemne clase. Sin embargo, es de ese momento que puedo recordar uno de mis primeros "actos de Fe": Tenía la certeza (y era meramente basada en la Fe) de que llegaría el día,  en el que no tendría que escuchar nunca más esa pregunta y que si me tropezaba con ella, la respuesta poco importaría. Con los años me di cuenta que esa asignatura no era más que un relleno en el plan de estudios de mi colegio católico (al que amo por todo lo que allí pude vivir y por permitirme conocer a mis 6 hermanas del alma). Una materia que hacía la diferencia entre las niñas "bien" del colegio de monjas y el resto del mundo. Pero eso nada tenía que ver con la Fe, era solo religión. 

Sobre Fe, al igual que sobre muchas otras cosas que me definen como persona, tuve la bendición de aprender sin pagar matrícula.... en casa. Y es que mi niñez estuvo llena de actos de Fe: Fe en el ángel de la guarda, al que le rezaba cada noche agradeciendo el día y pidiendo, con Fe, que mis padres siempre estuvieran conmigo. Fe en el Niño Jesús que traería regalos si me portaba bien... la Fe de que algún día no tendría que escuchar a mis padres discutir... pedir con Fe un hermanito que me acompañara a jugar, Fe en que alguna vez tendría un perro... creer con Fe, que si estudiaba iría a una buena universidad, pedir con Fe que mi papá dejara de ser alcohólico y que mi mamá fuera inmortal. Fe... Fe ciega y a veces ilusa...supongo que así es siempre la Fe.

Fe católica, Fe budista, Fe cristiana, Fe musulmana....finalmente Fe. Esa necesidad del ser humano, venga de donde venga... de creer sin dudar, en aquello que se espera suceda, a pesar de no tener otra garantía que la Fe en sí misma. Me sigue impresionando que aunque el mundo ha evolucionado en tantas áreas... aún existan personas pasándola mal, por un limitado concepto de Fe asociado a la Religión. Personas que juzgan y se escandalizan porque alguien no va a misa, porque los gays puedan adoptar o casarse, porque exista la pena de muerte, porque la vecina tuvo un hijo sin estar casada, porque un judío pueda enamorarse de alguien que no lo es.... porque existan quienes solo quieren vivir juntos "sin la bendición de Dios" (como si los pastores hoy día realmente representaran a Dios en la tierra). En fin... se escandalizan por la forma  en que otros viven su Fe. Y juzgan, mirando con la misma cara de desagrado que "Sor X" ponía cada lunes. Afortunadamente, hoy ya no me siento un "bicho raro" por este tema... y confieso que sigo sin ir a misa los domingos.

Fe, una fuerza que me da seguridad, y que está inevitablemente envuelta en cualquier cosa que hago: Fe en el esfuerzo recompensado, Fe "en la buena Fe" de quienes me rodean, Fe en el amor, Fe en que las cosas pueden salir como espero, Fe en que, a pesar de no ser inmortales... los que se fueron de este mundo, siguen a mi lado. Y a pesar de tener hoy en día un entendimiento de esas dos letras, distinto del que me enseñaron en mi clase de "Educación para la Fe"; sigo creyendo en Dios, un Dios todopoderoso, omnipresente, noble y justo; que siendo objeto de mi Fe, sigue estando muy lejos de eso que llaman religión

Y creo que tal vez en esta vida muchas de las cosas que parecen ser producto de la suerte, del destino e incluso de nuestro esfuerzo; terminan siendo simplemente el más hermoso y paciente acto de Fe: Jugar y ganar, pedir y obtener, luchar y lograr, amar y ser amado, conceder y pedir perdón, escribir y ser leído....


Monik


"La Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve" (Heb 11:1).






3 comentarios:

  1. Esta concepción me hace pensar que la fé es inherente al ser humano e inevitable. Tal vez toca pensar más en cuándo es útil y cuándo es una trampa.

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  2. Hermoso...me encanta como hablas de la FE con tu dulce experiencia...que agradezco haber vivido de una forma muy similar...para mi la fe me alivia el dolor y el miedo....me da paz, amor y tranquilidad sin presiones....gracias por este texto...es maravilloso ;)

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  3. Gracias...!!! Me alegra que hayas visto reflejado en el texto algo de tu propia experiencia. Un abrazo!

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