jueves, 6 de septiembre de 2012

Tocando fondo (El día que me di "hasta con el tobo")


Entonces me di cuenta, que tenía tiempo haciendo cosas extrañas a mí:
reaccionando lento, viviendo desde el drama, pendiente del rechazo ajeno, llorando mucho, riendo poco y dando respuestas un tanto agrias a quienes quiero y me quieren.

Y una noche soñé que ella no me reconocía. Yo le repetía “Hey soy yo” y simplemente me ignoraba. Y a la mañana siguiente, él preguntó “¿qué pasa contigo?, ya no pareces tú.”Yo no supe qué contestar.

Fue allí cuando comencé a escarbar dentro de mí, en mis reacciones, en mis estados de ánimo, en el fastidio enorme que me acompañaba cada día. Fastidio por el lugar en el que estaba, fastidio por quienes me rodeaban, fastidio por lo que hacía y por lo que no podía hacer.

Un día,  al mejor estilo de uno de esos adolescentes que se cortan para “aprender a afrontar el dolor”, me senté frente al espejo y allí, absolutamente descontenta por lo que veía, preparé mi mejor arsenal de reproches, el más fuerte de ellos, ese que nunca habría podido decir a alguien, sin recibir un bofetón o perder un amigo.

Comencé a repetirlos una y otra vez... viendo fijamente mi imagen en el espejo. Y luego, cuando no podía llorar más, decidí tomar una ducha e  imaginar como siempre,  que todo el dolor, la desilusión, la rabia....que todo lo malo de aquel momento se iba con el agua....Pero no resultó.


Monik


Escrito el: 23/08/2012

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Algo que quieras comentar sobre esta entrada?. Sería genial para mí saber la opinión de quien se tomó minutos para leerla.